Thursday, February 18, 2010

butaca


Juan Manuel Calderón

“Yo practico un dogma más puro, pero por necesidad, no por cool

Escribe Luis Pacora

 

Juan Manuel Calderón, videasta peruano “auto-exiliado” en New York desde el 2001, acaba de entregarnos su primera aventura en largometraje: “Razones para el Exxxilio”. La cinta, rodada íntegramente en la ciudad de New York, narra la historia de Gabriel (Giovanni Ciccia), inmigrante peruano en Nueva York dedicado al cine experimental, que en su desesperación por ganarse la vida se introduce en la industria de las películas pornográficas, subvencionado por la mafia, y es acompañado en esta alucinante aventura por Cristian (Sergio Galliani) y su hermanita Sonia (Jimena Lindo).

Juan Manuel, cuyo trabajos anteriores se componen básicamente de cortometrajes experimentales, nos brinda en esta oportunidad una visión descarnada y jocosa acerca del fenómeno migratorio tan cotidiano en nuestra realidad. Su tono ligero, plagado de gags, diálogos con humor ágil y situaciones llevadas al límite de la parodia hacen de esta primera entrega una grata revelación. Nos muestra a un joven realizador que elabora su película lejos de cualquier pretensión, lo cual es muy meritorio.

Además de sus trabajos en videoarte, ha sido el artífice de movilizar el arte latinoamericano independiente en EE.UU., a través de muestras de arte, colectivo de artistas y un exitoso programa de televisión. “Razones para el Exxxilio” es la primera parte de una trilogía sobre peruanos exiliados en diferentes ciudades del mundo. Las segunda y tercera parte llevarán por título “Los motivos” y “Las Circunstancias del exilio” y serán grabadas en Madrid y Chile, respectivamente. Se espera su estreno para el mes de octubre.

Preparando un peruanísimo seco con pallares, Juanma habló con nosotros desde la comodidad de su exilio, paradójicamente en medio de protestas masivas de inmigrantes latinos residentes en EE.UU.

 

 

Hace una semana, acabas de presentar oficialmente tu película “Razones para el exxxilio”, a sala llena en el Cinematógrafo de Barranco, ¿qué impresiones al respecto?

 

Feliz de poner la película, de ponerla allí precisamente, de que la gente la vea, se ría, se bacile y después se quite nomás... esa fue la impresión más rara, no estoy acostumbrado a eso, siempre me gusta conversar después con la gente... para la segunda función tuve que comprar vino y chelas para ver si la gente se quedaba. Creo que poner “Razones...” como película no es lo mismo que ponerla como video, aunque ”Razones...”, siendo mi primera película, es a la vez otro video más, como cualquiera de los de siempre.

 

 

¿Cómo surgió la idea de realizar la película?

 

La escribí llegando a New York, luego postulé el guión para un festival de películas realizables en tres días. No pasó nada, pero quedó el guión y la infraestructura logística planeada para ser hecha en tres días, incluida la edición, por eso no fue difícil convencer a los actores, sólo había que comprometerse por un fin de semana, les interesó la idea y así llegó Giovanni (Ciccia) y con él convencimos a Jimena (Lindo) en Madrid.

 

 

El 2001 cogiste tus maletas y viajaste a New York, ¿cuáles fueron las razones para tu exilio?

 

New York era mi sueño, todos los superhéroes están aquí: el Hombre Araña, Batman, Superman,... New York no es un motivo es mas una circunstancia, no vine aquí a “hacerla linda” sino porque me casé con una americana y allí gasté toda mi suerte.

 

 

Además de ese gran motivo, ¿hubo alguna otra razón?

 

En Lima ya no tenía techo, sabía que cualquier parte del mundo sería perfecta para hacer lo mismo: videos. Ahora  muero por estar en otras partes porque donde sea haré lo mismo y New York me hace recordar eso siempre.

En algunas escenas de la película, el personaje que interpreta Giovanni Ciccia tiene problemas para comunicarse con la gente porque casi no habla inglés, ¿cómo ves el problema de la comunicación en esta nueva  Babel que es New York?, ¿qué otros aspectos propios del migrante piensas abordar en tus película?

No lo sé, mi siguiente película se desarrollará en España y allí el lenguaje no es un problema, allí habrá otro tipo de problemas.

 

 

El racismo por ejemplo

Claro, aquí por ejemplo eso no se da mucho, en todo caso el racismo es mas bien de estatus, de cuánto dinero tienes en el banco.

En la película hay muchos guiños al videoarte, tus anteriores trabajos en cortometraje fueron esencialmente experimentales, ¿podrías hablarnos de ello?

Lo primero que hice fue muy malo, tuve pretensión y me fue mal, así que nisiquiera tuve que reinventarme como videasta, sólo hacerme el huevón... por eso experimenté, no podía usar nada como se debía porque lo haría mal, así que opté por no usar nada: no sonido no imagen no idea no concepto, sólo lo que me saliera de adentro.

¿Qué te interesaba transmitir en tus trabajos de videoarte?

En videoarte me dediqué a contemplar la imagen, a jugar con los efectos. Aprendí a generar emociones en el público, a que siempre sería mejor un intento que cualquier cosa ya hecha.

“Eternal love in subway stop”, el cortometraje que realizaste en EE.UU., el 2002, guarda muchas similitudes estéticas con tu película, ¿te sirvió este trabajo como antecedente?

Claro, por eso te hablaba de los planos secuencia y la negación de lo convencional, “Eternal love...” es un video donde no pasa nada a pesar de que está pasando algo. Creo que con este trabajo me doy cuenta si estoy listo o no, que a pesar de tener una imagen había llegado a la nada con el video.

Hablando de antecedentes, ¿cuáles han sido tus referentes cinematográficos y videográficos para esta película en particular y para tu crecimiento como realizador en general?

En video: mis amigos Ricardo Ayala (“el anti”) y Fermín Tanguis. En cine: Sam Pekimpack, Woody Allen, Scorcese, Altman, Pulp Fiction me mató, vi Un día sin sexo y me encantó. Oscar Natters e Íntegro me influenciaron en cuestiones de imagen, color, textura, etc.

Digamos que por la rama tradicional del videoarte no hay nadie en especial, ni Nam June Paik ni Bill Viola o Fluxus?

No conozco a esa gente. Lo otro que me convenció de hacer la película fue el movimiento Dogma 95 de Dinamarca.

Claro, tu película tiene mucho de eso

Si, aunque yo practico un dogma más puro pero por necesidad, no por cool, ja,ja.

Me llama la atención el hecho de que la película se haya realizado sin presupuesto alguno, y eso no como un eufemismo marketero sino casi una manifestación patriotera de comunión entre amigos (peruanos) para ayudarte a realizar tu película, una especie de reunión en la que todos pusieron de “la suya”  para la “chanchita”, háblanos de eso…

Si, yo tenía menos plata que ellos a pesar de ser el anfitrión. Empezamos todos juntos, al final cada uno tomo su rumbo nuevamente porque sabemos de dónde venimos y lo que queremos. “Razones...”, como cualquiera de mis trabajos, somos los amigos pasándola bien, tomando un reto, enfrentando nuestras diferencias.

¿Crees que eso influyó en las actuaciones, que en esta ocasión resultaron muy convincentes, bien trabajadas, sobre todo la de Giovanni Ciccia?

Creo que Ciccia te respondería mejor esa pregunta. Mi relación con los actores nunca es la mejor, eso se ve en la película aunque exagerado, yo sólo quiero que cry .

New York, la “gran manzana”, es desde hace décadas el centro de producción artística en EE.UU., ¿ayudó este ambiente a desarrollar tu película?

Claro, pienso que “Razones...” es mi homenaje a “Manhattan” de Woody Allen. El arte, la gente, la comida, la calle, todo aquí es como parte de una película.

Apenas llegaste a la “gran manzana” empezaste a desarrollar lo que meses después sería “Latin Artist in New York”, el programa de televisión (transmitido por el canal Bcat de Brooklin) que recorría las calles de la ciudad buscando capturar nuevas propuestas de artistas latinos independientes, ¿háblanos sobre esta experiencia?

Ese era parte de mi plan para tener una “mancha” de amigos, para inventarme una pequeña Lima. Entonces gané una residencia en un canal de televisión de acceso público y aproveché para sacar mi programa sobre artistas, ya que lo único que sabía hacer bien eran videos para artistas. Fue muy enriquecedor, cada programa, cada artista, cada personaje era una amigo nuevo. Organicé una red que hasta ahora continua a pesar de que el programa acabó hace un par de años.

Hablando de eso, en los últimos años han aparecido nuevos realizadores como Álvaro Velarde, Josué Méndez, Frank Pérez-Garland, entre otros, ¿crees que se está abriendo un nuevo horizonte en el espectro de la producción nacional?

No sé si se está abriendo o cerrando. Siempre habrá alguien que pueda hacer algo, lo ideal sería que todos pudiéramos hacer una película al año, en todo caso creo que el boom del video digital ayuda mucho.

¿Por qué el humor fresco y criollo  y no un drama?

El humor fresco y criollo es para no hacer más drama, es la salida que tenemos los peruanos para enfrentar las  adversidades y los dramas: la tragicomedia.

¿Cómo vas a desarrollar estas dos películas?, ¿veremos a los mismos personajes o vas a recrear nuevas historias en función a las ciudades que has escogido?

En España tengo que ver in situ el contexto para darle mayor peso a la historia que trata sobre actores peruanos montando la obra de teatro Ollantay. Quiero ver el sentido de venganza contra los españoles, la idea de ser siempre los conquistados: primero España, luego el capitalismo, etc. El guión está casi listo, de los personajes sólo se mantienen el de Giovanni y Jimena, quienes se encuentran años después en Madrid.

Dicen que uno nunca se termina de ir de su país, para ti, ¿es tu película una especie de retorno?

La película es un mapa de regresos, una mirada nostálgica, un atisbo de querer volver, como encontrar el mapa en la botella. Aún me quedan dos películas para empezar a volver.

 

 

 

 

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