Wednesday, February 17, 2010

Entrevista (Peru21)


Entrevista 

Juan Manuel Calderón 

VIDEASTA 

por Benny Chueca


“Mi película cuenta cómo perdí todo en Nueva York”


Antes de irse a Nueva York, Juan Manuel Calderón hizo algunas muestras de video. Todos los lunes de este mes, en El Cinematógrafo (Pérez Roca 167, Barranco), se proyecta Las razones del exxxilio, su última película –de muy bajo presupuesto–, con Giovanni Ciccia, Jimena Lindo, Sergio Galliani y otros.  




Autoficha: 

Nací en Lima, en 1967. Crecí en el Rímac. Perdí un par de años en Economía, en la Universidad San Martín; después estudié Ciencias de la Comunicación, en el Instituto Jhon Loggie Bird; en mi promoción estaban Fermín Tangüis y Giovanni Ciccia. Vivo en Nueva York, en Brooklyn. Me muevo en tren por la ciudad... me robaron mi bicicleta. Me levanto a las 6 a.m. y me voy a pasear un perro a las 7 a.m., en el Central Park... son 15 dólares extra al día; y empezar el día en el parque no está nada mal... a veces yo le tiro la pelota, a veces él me la tira a mí... es mi terapia. 


“Vivo en Nueva York. Tuve una etapa más o menos buena. Estuve sacando un programa sobre artistas latinos en Nueva York, en la TV de acceso público, que tampoco es la gran cosa. Allá cualquiera puede poner lo que quiera en TV”, explica Juan Manuel Calderón. 

¿Qué es la TV de acceso público?

Cada barrio de Nueva York tiene un canal de acceso público en el que cualquiera de la comunidad puede poner contenidos. Los espacios son de una hora o media hora y lo pasan por cable. No permiten tener publicidad. Entonces, si se tiene la plata o las ganas, que es lo que yo tenía, podía trabajar esperando una beca para financiar mi trabajo. Hice como seis capítulos, un corto y esta la película, pero pasaron cosas y dejé de hacerlo. 


¿Cómo se gana la vida?

Trabajo en una tienda de venta de artículos de campamento, escalada y esas cosas, de lunes a sábado 10 horas.   


¿Cuándo llegó a Nueva York?

Llegué dos días antes de que cayeran las Torres Gemelas. Fue un recibimiento que interpreté como que la ciudad me decía, ‘o te vas o te quedas’. Y por eso siempre me quedó la sensación de quererme ir. 


¿Usted vio la caída?

Sí. Yo estaba en Brooklyn, grabando por casualidad. Después, HBO hizo un documental con pedacitos que la gente había grabado y eso estuvo incluido. Era la única parte en castellano del documental. Se escucha mi voz preguntando, ‘¿esas son las torres?’. Cuando cayó la segunda, todos enloquecieron. 



Usted tenía un trabajo de videos hecho aquí. 

Sí, en los 90 comenzamos con Fermín Tangüis y el Anti el movimiento de video independiente. Empezamos con videos para bandas, para grupos de teatro, de danza y los típicos videos de matrimonio y para de empresas. Yo tuve como tres muestras de mi trabajo de video: EncierroRegresionesRedenciones, que proyectaba en bares, cineclubes. 

Sus videos eran hechos con escasos recursos, de acabado ‘casero’.  

Eran la respuesta a que nunca hubiera nada y también a haber empezado en esto con en los tiempos del VHS. Hacíamos lo que queríamos con lo hubiera disponible. Según cómo le sacábamos la vuelta a la escasez salían cosas como experimentales...


¿Por qué se fue a Estados Unidos?

Por que me casé, con una gringa. 


Uno de los sueños más alucinados de los peruanos...

Claro, rubia, bonita y con mudada a Nueva York (ríe). Yo esperaba hacer video allá, tenía un plan a mediano plazo, para lo cual necesitaba una red de amigos –por eso hice una serie de documentales sobre artistas latinos–. No quería parar de producir ni de escribir. Hice el guión de esta película, pero el plan fue demasiado largo como para sostener al mismo tiempo mi sueño y mi matrimonio. Una de las cosas tenía que ceder, pero cedieron las dos. Perdí soga y cabra.... eso está en la película. 

¿Esas son las razones del exxxilio, como dice el título de la película?


No hay razón. Me fui a Nueva York no porque fuera un superdirector y quisiera estar allá sino porque era un buen esposo, no sé, un buen chico. Es también un juego de palabras, de lo que sería la trilogía de ‘motivos, razones y circunstancias’... la del profesor Jirafales. 


En la película narra la historia de este director que se queda sin hacer su película, sin esposa y casi sin amigos

Empecé a escribir ese guión como un mapa de qué tendría que pasar para que yo regresara a casa: que me dejara a mi mujer, que fracasara haciendo cine, que me quedara sin amigos... Al final todo ocurrió y ni siquiera me pude ir. 


¿Cómo se siente ahora allá?

En realidad, bien. Esta es la primera vez que tengo plata –que la me gano sacándome la mugre– en el bolsillo. Ese trabajo lo conseguí para olvidarme de todo y me da para venir acá un mes de vacaciones. Y eso me hace bien.  


Reunió un excelente grupo de actores para la película: Giovanni Ciccia, Sergio Galliani, Jimena Lindo. ¿Cómo hizo?

Antes de que pasara todo esto de la separación, había puesto en movimiento una serie de engranajes. Yo estaba en Utha, en las montañas, en casa de mi mejor amigo, a donde había ido para despejarme. Cuando conseguí una computadora encontré un mail de Giovanni que decía que venía él, Jimena, Galliani y Vanesa Saba en una semana. Tuve que volver inmediatamente y me reconecté con el colectivo de artistas hispanos que habíamos hecho, que se llama Hispanic Attack...


Que expuso en Lima. ¿Fue difícil hacer la película?

No. El guión estaba hecho para no complicarse. Yo simplemente ponía la cámara y ellos actuaban. Había mucha improvisación. Si se ven detalles es porque usaba el zoom, que pixelea la imagen, lo cual le da una pinta de bajo presupuesto; allá, le dicen ‘low budget’... yo le digo ‘no budget’. 


Está satisfecho con la película?

Me gusta que la gente la vea, que la entiendan o no. Es mi primera película, que es un video más. Y sigo así. Hacemos exposiciones con los artistas peruano, siempre con la idea de recaudar fondos para mi siguiente película. 


Y qué tal los artistas allá?   

Todos van por lo mismo, sobrevivir y avanzar. De hecho es caro, pero uno puede ahorrar dólar por dólar. 

    



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